El grupo Charango nos regaló un conciertazo maravilloso. La música inundó el Teatro de la Biblioteca Torrente Ballester de Salamanca, acercándonos a nuestros hermanos latinoamericanos. Si cerrábamos los ojos, podíamos estar en los Andes...
¡Cómo disfrutamos esa tarde-noche!
Nervios al principio, pero emoción al ver que se iba llenando. Encuentros esperados e inesperados y nuevas presentaciones de otras gentes amigas. !Cómo controláis las palabras Isabel y Pedro! Palabras directas, claras y precisas, para un público con los oídos abiertos.
Celia fue la revelación, el acercamiento a Perú y el enlace con el presente del concierto en sí, al entregar los diplomas. Los músicos, amigos generosos, tocaron desde el corazón una música que llega y que incita a participar. Abrieron el paso a nuevas generaciones con sus hijos, que llevan muy buen camino. Se notaba calidez en la sala. Ellos y nosotros salimos contentos.
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